miércoles, agosto 19, 2009

En verdad suenas a "santo" o es solo tu imaginación


Hablando con un amigo recordamos cuando fuimos alumnos de guitarra clásica e hicimos una interesante analogía entre la guitarra y la vida cristiana. Lo importante de tocar un instrumento es que suene bien. No es tocar notas de memoria sino escucharse al ensayar para apreciar la musicalidad, volumen, matices y demás elementos que nos permitan disfrutar de un buen sonido. Encarnar lo que sentimos al sonar y no solo un simple sentimentalismo hacia la melodía.

En esta foto el Papa lava los pies como signo del amor de Cristo. Antes de la crucificción nos mandó amarnos e instituyó la Eucaristía y el Orden Sacerdotal para celebrarlo hasta su vuelta. Por eso el verdadero cristiano debe “sonar bien” "sonar a santo". Podemos pensar que estamos sonando bien pero tal vez no sea así, si realmente sonamos a "santo" o es una simple emoción. Enamorarse de la melodía puede distraernos pensando que las notas tocadas suenan como las sentimos, enamorarse de Cristo no es distraerse imaginando que le seguimos sino ver si somos "santos" realmente.

El sico estudia para deleitarse así mismo y a los demás, el santo ama para servir a los demás con gozo y "suena a santo". En la vocación que elijas debes escuchar si suenas a “santo”, si te perciben "santo". Así como hay quienes no saben de música pero distinguen si algo suena bien o mal, igualmente distinguiran en nosotros "si sonamos a santos" con nuestra vida. No compramos las gracias de Dios o sus dones pues es algo que nos concede Dios. ¿Somos santos o no?, ¿o suena bien o no? Escuchemos nuestra vida cristiana para ver si suena a "santo", para mejorar y no conformarnos con la simple emoción de imaginar que estoy sonando a santo sin serlo realmente.

Un guitarrista clásico procura sonar bien. ¿YO SUENO A SANTO? No es la fama, la riqueza ni el "poder" lo que nos hace "sonar a santo" sino en serlo. El músico no toca solo para despertar o recordar emociones sin sonar lo siente o imagina, igual sería apasionarse de Cristo en nuestro corazón pero sin encarnarlo en nuestro ser y quehacer. No se avanza a Cristo solo con la mente o sugestiones sino con todo nuestro ser a sus pies y obrando correctamente fruto de nuestra fe.

¿Y TU COMO SUENAS? ¿TE DEJAS AFIAR POR DIOS?¿IRRADIAS CON OBRAS?

¿SE ESCUCHA AFUERA LO QUE SIENTES DENTRO?

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